He buscado
caminos de esperanza,
enredados y
retorcidos
en la negrura
del silencio.
He hallado mil
sonrisas y mil lágrimas
vagando en el
esperanza
de un
recuerdo.
He sentido la
inquietud de la locura,
el sabor de la añoranza,
la alegría de
un “te quiero”.
He caminado
sumida en las tinieblas,
nadando en
claridades
y huyendo de
mis miedos.
He oído latir
mis pobres venas,
cansadas del
camino,
abatidas por
los vientos.
He llorado de
pena y de alegría,
de dolor y de
rabia,
de impotencia y
sufrimiento.
He reído con
ganas y sin ellas,
escondiendo un
dolor,
celebrando un
encuentro.
He llorado,
reído,
sentido,
buscado
y hallado,
y lo seguiré
haciendo.
Mientras tenga
una sombra de aliento,
aunque mucho
me cueste
seguiré
viviendo.
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